la insensatez

LA INSENSATEZ

EL ABUELO SALOMÓN

Cada vez que queda en evidencia un error personal, lo atribuimos a varias causas, pero difícilmente admitiremos que somos los culpables de lo ocurrido.

Esta actitud es inherente a la condición humana y no debe extrañarnos que sea así, porque el insensato solo mira lo que tiene delante.

Tampoco valora la posibilidad de que sus hechos tengan consecuencias serias, porque solo depende de su propia sabiduría y tampoco es capaz de escuchar un buen consejo. O por lo menos bien intencionado.

El vivir alocadamente respondiendo a los estímulos de su propia visión de la vida, lo llevan por caminos que parecen buenos y que casi inexorablemente se convierten en malos.

Pareciera que al insensato siempre le queda el recurso de culpar a otros de sus hechos, porque entonces puede continuar haciendo aquello que la más mínima reflexión le impediría concretar.

Triste destino es el del insensato que no admite sus errores y vive en un permanente estado de inmadurez que lo aleja de la realidad y lo convierte en una víctima de sus propias decisiones.

Diego Acosta

lo que es de dios

LO QUE ES DE DIOS

DEVOCIONAL

Las imágenes que admiró en los paseos que realizó por los alrededores de la ciudad en donde vivía, inspiraron a uno de los más grandes autores a componer una de las más bellas páginas de la música universal.

La perspectiva que se tiene de la grandeza y de la propia pequeñez cuando se camina por el campo, es una suficiente demostración de lo que es la Inmensidad de la Creación.

Las flores, los frutos, los pájaros, los seres vivientes, colocan al ser humano ante la evidencia de la existencia de un Ser superior y que no es otro que el Creador.

Si fuéramos capaces de admirar y valorar todo lo que nos rodea, tal vez podríamos comprender la vanidad que encierran nuestros afanes de todos los días.

Como el gran compositor, la Grandeza de Dios, nos debe inspirar a ser testimonio viviente de los hechos maravillosos que reflejen Su Obra infinita.

Romanos 8:19
Porque el anhelo ardiente de la creación
es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.

Diego Acosta / Neide Ferreira

llanto y consuelo

LLANTO Y CONSUELO

LA CONSOLACIÓN

El Mesías continúa con el Sermón y sigue ampliando el concepto de las Bienaventuranzas.

MATEO 5:4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. Jesús centra su mensaje en una cuestión estrictamente personal, al aludir a los que lloran. Que no son otros que los lamentan su vida de pecado, provocando la tristeza piadosa que lleva al arrepentimiento genuino que finalmente lleva a la Salvación.

Son ellos los que recibirán consolación que no es otra cosa que el Perdón de los pecados y el cumplimiento de la promesa de la Salvación.

En el Antiguo Testamento podemos encontrar esta cuestión del dolor y de la consolación que solo pueden venir de lo Alto.

Recordamos:
Salmo 126:5-6 Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.
Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla;
Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.

Isaías 61:2-3 a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados, a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.

La enorme riqueza espiritual del primer discurso del Príncipe de Paz, tiene especial relevancia en las otras bienaventuranzas.

Diego Acosta

el ejemplo de jesus 1

EL EJEMPLO DE JESÚS

El Mesías al advertir el cansancio de sus discípulos
dispuso ir a la otra orilla del Mar de Galilea,
pero allí se encontró con la multitud
a la que vio como ovejas sin pastor
y pronunció su primer discurso.
MENSAJE Fernando Moreno
Pastor Iglesias:
Esperanza de Vida Valencia, en Picassent (Valencia)
Iglesia Evangelica Bautista La Vall de Uxó, en Vall de Uxó (Castellón).

 

si me amas

SI ME AMAS…

DEVOCIONAL

Sabemos que hay enseñanzas qué con el tiempo, van adquiriendo más importancia, porque ayudan a establecer normas de conducta.

Una de ellas fue el de una querida maestra, que luego de que ponderara su predicación, me llamó aparte y me dijo: Si me amas, no me alabes…

En ese momento mi reacción fue de sorpresa y ella simplemente me respondió: Piensa en lo que te dije, porque lo que has dicho me estimula la vanidad.

Y naturalmente pensé y mucho llegando a la conclusión de que a veces la ponderación, puede resultar dañina. Y lo que se hace con buena intención, puede tener consecuencias impensadas.

Mucho más, cuando quién recibe el juicio favorable, tiene la certeza de la sinceridad de la opinión. Me resultó bueno saberlo y comprenderlo, porque alentar la vanidad no es bueno para nadie. Y si es malintencionada, peor todavía.

1 Samuel 12:21
No os apartéis en pos de vanidades
que no aprovechan ni libran,
porque son vanidades.

Diego Acosta – Neide Ferreira