DÍA DE PENTECOSTÉS

BLOG del TIEMPO

Conmemoramos el cumplimiento de la promesa de Jesús antes de su Gloriosa Ascensión, de que seríamos bautizados con el Espíritu Santo.

En el Libro de Hechos de los Apóstoles se nos testimonia de ese grandioso momento en Jerusalén en el aposento alto, en Pentecostés.

Hechos 2:1-6 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.

Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo. Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua.

Conmemoremos este grandioso cumplimiento de la promesa de Dios, transmitida por el Hijo del Hombre a todos nosotros, en el día de Pentecostés. Anhelemos ser dignos de esta Promesa y de esta Gracia.

Diego Acosta

MIEDO AL CAMBIO

DEVOCIONAL

A lo largo de la vida se van presentando situaciones que nos afectan, algunas para nuestro regocijo y otras para perturbación de ánimo. Y algunas más concretas que otras.

El día que por las razones que sea debemos cambiarnos de casa, es un ejemplo claro. Algunas veces nos alegramos y en otras lo lamentamos. Pero en los dos casos nos alteramos.

Es como se hubiera algo en nuestro interior que se resiste a cambiar lo que nos resulta conocido y tenemos miedo a lo nuevo, a lo que nos resulta diferente.

Lo mismo ocurre con otras cuestiones materiales, como suele suceder con el trabajo y también si lo trasladamos a lo más serio y profundo que es nuestra relación con Dios.

Tal vez esto justifique cuánto nos cuesta abandonar al hombre viejo o a la mujer vieja, transformándonos por la obra del Espíritu Santo y ser hombres y mujeres nuevos, nacidos de nuevo.

Seamos sabios y aprendamos la gran lección que nos dio Jesús, porque si nos resistimos a este cambio o nos produce miedo, es porque verdaderamente a pesar de lo que digamos, la Obra del Espíritu no se ha perfeccionado en nosotros.

Juan 14:26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.

Diego Acosta / Neide Ferreira

EN EL DESIERTO

DEVOCIONAL

Estaríamos dispuestos a predicar en el desierto como lo hacía Juan el Bautista? Difícilmente, porque antes nos aseguraríamos qué alguien pudiera escucharnos.

Al hijo de Elizabeth venían vecinos de Jerusalén, Judea y de las poblaciones cercanas al Jordán y su mensaje era siempre el mismo: Arrepentíos.

No complacía a quienes llegaban hasta la ribera del río, sino que les reclamaba que se arrepintieran y dieran frutos que demostraran su arrepentimiento por los pecados cometidos.

Esa dureza que exhibía ante los fariseos y saduceos que venían para ser bautizados, demostraba que no estaba allí para lograr aceptación y por eso los llamaba generación de víboras.

Solamente estaba abriendo el camino para la llegada de quién él, Juan, se declaraba, que ni siquiera era digno de llevar su calzado. Y el que vendría los bautizaría con el Espíritu Santo.

La grandeza de Juan, es el testimonio de su humildad. De allí la pregunta si seríamos capaces de predicar en el desierto. Lo haríamos por Jesús o por nosotros?

Mateo 3:12
Su aventador está en su mano, y limpiará su era;
y recogerá su trigo en el granero,
y quemará la paja en fuego que nunca se apagará
.

Diego Acosta / Neide Ferreira

EL VERDADERO CELO

Paulo con el celo de su ánimo
perseguía a los creyentes,
y podemos hacer lo mismo
siguiendo nuestro celo por los Mandatos,
pero debemos obrar con la Guía del Espíritu.
Fernando Moreno Ramírez – MENSAJE
Pastor Iglesias: Esperanza de Vida Valencia, en Picassent (Valencia)
Iglesia Evangelica Bautista La Vall de Uxó, en Vall de Uxó (Castellón).

LA FE DE NEWTON

LA OTRA HISTORIA

Al cumplirse 380 años del nacimiento del quién está considerado como el padre de la ciencia moderna y como el mejor físico-matemático de la historia se han publicado comentarios que lo vinculan con el arrianismo.

Este hombre que ha dejado a la humanidad el legado más influyente en su condición de un genio adelantado a su tiempo, responde por sí mismo a este burdo intento por menoscabar su trascendencia.

Newton dedicó prácticamente toda su vida al estadio de la Biblia y también ha dejado un notable legado de su pensamiento, que se conservan en Inglaterra e Israel.

A la acusación de ser seguidor del arrianismo, que negaba a Jesús como Dios y al Espíritu Santo, formando la Santísima Trinidad, él mismo responde a través de su documento: Borrador de la Historia de la Iglesia, que se atesora en la Universidad de Jerusalén.

Creemos en un Dios, el Padre Celestial, el Hacedor de todas las cosas visibles & invisibles: y en nuestro Señor Jesucristo el Hijo de Dios, el único unigénito del Padre, que es de la sustancia del Padre, Dios de Dios, luz de luz, el Dios verdadero del Dios verdadero, engendrado, no creado, consubstancial al padre, por quien todas las cosas que están en el cielo y en la tierra fueron hechas, quien por nosotros los hombres y por nuestra salvación descendió y fue encarnado y hecho hombre, y sufrió, y resucitó al tercer día, ascendió al cielo y vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos. También creemos en el Espíritu Santo… por quien los profetas hablaron.

La fe de Newton queda libre de toda sospecha intencionada. Él fue un cristiano toda su vida y murió con esa misma convicción.

Diego Acosta

EL TEMPLO VIVIENTE

DEVOCIONAL

En el primer Libro de Reyes se nos reveló que Salomón tardó siete años, en construir el Templo que su padre el rey David le encomendó para que en él fuera honrado el Eterno.

Todos los materiales que se emplearon fueron los mejores y los artesanos fueron elegidos con el mayor cuidado para que también fueran los más sabios en su utilización.

Haciendo una analogía, bien podríamos hablar de nosotros mismos, que somos el Templo viviente del Espíritu Santo!

Hemos dedicado lo mejor de nosotros en este templo tan singular?

Lo estamos cuidando con el esmero que este preciado lugar se merece?

Estas son las grandes preguntas que me hago cada día, para que el templo que es mi propio cuerpo, esté lo menos mancillado posible y para que la honra hacia Dios pueda ser auténtica.

Es demasiado importante lo que debo hacer, como para distraerme o como para no dedicar todo mi empeño en la obra de preservarlo de las maldades del mundo y de mis propias maldades.

En hacerlo debo emplear el resto de mis días!

1 Reyes 6:38
Y en el undécimo año, en el mes de Bul, que es el mes octavo,
fue acabada la casa con todas sus dependencias,
y con todo lo necesario.
La edificó, pues, en siete años.

Diego Acosta / Neide Ferreira