SABER ESCUCHAR
Jesús repitió en varias ocasiones:
el que quiera oír…oiga.
Una enseñanza que debemos atesorar
como algo esencial en nuestras vidas,
razón por la que debemos aprender a escuchar.
Diego Acosta – MENSAJE
Jesús repitió en varias ocasiones:
el que quiera oír…oiga.
Una enseñanza que debemos atesorar
como algo esencial en nuestras vidas,
razón por la que debemos aprender a escuchar.
Diego Acosta – MENSAJE
DEVOCIONAL
Que agradable nos resulta leer en la Palabra de Dios, todas las promesas que están sobre nuestras vidas.
Y nos regocijamos una y otra vez recordando aquellos versículos que nos impulsan a acercarnos al Eterno, dando las gracias por tantas bendiciones.
Pero, y los deberes?
Nuestra actitud cambia por completo cuando en la Biblia, se nos recuerda que también tenemos obligaciones y que las bendiciones están relacionadas con el cumplimiento que tenemos de los Mandamientos establecidos por el Todopoderoso.
En nuestra vida cotidiana nos ocurre más o menos lo mismo, porque siempre estamos dispuestos a reclamar por todos nuestros derechos y también frecuentemente, nos olvidamos de aquello que nos obliga como miembros de la sociedad a la que pertenecemos.
Y en nuestra congregación repetimos lo mismo, reclamamos otra vez la defensa de nuestros derechos que tenemos por ser parte de la membresía, pero en cuánto se nos pide compromiso, reaccionamos malamente.
Es tiempo de obrar como personas mayores y responsables y abandonar actitudes que son más propias de niños.
1 Corintios 14:20
Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar,
sino sed niños en la malicia,
pero maduros en el modo de pensar.
Diego Acosta / Neide Ferreira
DEVOCIONAL
Observando con detenimiento la vida de David, podríamos imaginarnos que fue un círculo en el que hubo grandes momentos y otros más que difíciles.
En ese círculo imaginario podemos ubicar los triunfos y las alegrías en la parte superior y las angustias y derrotas en la inferior. Esto respondería a la lógica más elemental.
Pero, en todo esto hay algo esencial, que tal vez se pierda de vista por plantearnos situaciones que destacan de manera notable la vida de quién fuera Rey de Israel.
Y lo esencial es que debemos advertir que en todo círculo hay un centro y en ese centro del rey, siempre, en cualquier circunstancia estuvo Jehová.
El Dios al que David clamó, agradeció y también preguntó, si lo había abandonado. Estas circunstancias tanto se parecen a nuestra propia vida, que deberíamos recordarlo continuamente.
No para quejarnos o alegrarnos de las distintas partes del círculo, sino para recordar que el centro de nuestra vida, siempre lo debe ocupar Dios.
Salmo 51:8
Hazme oír gozo y alegría,
y se recrearán los huesos que has abatido.
Diego Acosta / Neide Ferreira
Tengamos mucho cuidado en los tiempos finales,
de la obra de maldad de quienes son
instrumentos del Anticristo.
Los falsos profetas utilizan argumentos
que manipulan la Palabra de Dios.
Diego Acosta – MENSAJE
CONGREGACIÓN SÉPTIMO MILENIO
ESCUDRIÑAR
Enoc es uno de los hombres más singulares que menciona la Biblia. De hecho su primera cita en Génesis se verifica en el mismo Capítulo en el que se relaciona a los descendientes de Adán, con la determinación de Dios de que el hombre perdiera su condición de inmortal. Por esta razón se mencionan varias veces las palabras: y murió. Y la singularidad radica en que el hijo de Jared, Gn 5:18, fue el único hombre junto con Elías, que fue llevado por Dios sin que tuviera la muerte reservada a los hombres, Gn 5:24.
Enoc según nos revela la Biblia, fue el séptimo desde Adán en la descendencia de Set y fue el hombre más brillante de la era patriarcal antes del Diluvio.
Su jerarquía puede medirse por la circunstancia que la propia Palabra revela: Nos dice que caminó con Dios y es necesario remarcar que esto solo es posible cuando existe el verdadero amor en el corazón de los hombres. Esta es la razón por la que los impíos del mundo, caminan en una dirección contraria a la del Eterno, porque no tienen amor auténtico en su interior y así lo prueban sus obras de maldad. Quién camina con Dios, demuestra que está reconciliado con ÉL y por eso tiene comunión con el Todopoderoso y es fiel con sus Mandamientos y con sus Providencias.
Ampliando el sentido de lo expuesto, puede decirse que los hombres caminan siguiendo a Dios, pero en el caso de Enoc, lo hacía con ÉL, como si verdaderamente estuviera en el cielo. Para Enoc este grado de relación con el Creador, era la verdadera razón de su vida.
La ejemplaridad de Enoc es manifiestamente importante para los judíos, que a lo largo de los siglos le asignaron una preponderancia que muy pocos hombres han alcanzado a lo largo de la historia.
Diego Acosta
DEVOCIONAL
Es realmente difícil ver algunas realidades y mucho más cuando lo que tenemos que ver está relacionado con nuestra vida.
La dificultad está centrada en nuestro deseo de evitar aquello que no nos gusta, nos perturba o nos perjudica. Entonces ponemos en práctica el sencillo y equivocado método de no mirar…
Sin embargo no hay método lo suficientemente eficaz, como para no ver la Obra de Dios en nuestra vida o todo lo que puede hacer Todopoderoso en nuestra existencia.
Tal vez lo podamos ignorar por algún tiempo o distraernos en otras cuestiones, pero siempre será más importante lo que está relacionado con el Eterno.
Esto me decía a propósito de determinadas situaciones que me molestan y que francamente me alteran, cuando las contrasto con lo que tengo la certeza que el Eterno tiene para mi vida.
De allí que recuerdo que tenemos los ojos para ver y no para cerrarlos o para dirigirlos en la dirección equivocada. El Poder del Altísimo siempre será superior a cualquier intento humano de ignorarlo.
Salmo 111:2
Grandes son las obras de Jehová,
Buscadas de todos los que las quieren.
Diego Acosta / Neide Ferreira
DEVOCIONAL
A muchos de los orgullosos, presuntuosos, ostentosos o vanidosos, seguramente no les resultará agradable recordarles de donde venimos y a donde regresaremos.
Este pensamiento lo provocó una exaltada manifestación de poder que hizo recientemente una persona, que juzgaba su verdadera valía por el cargo que ostentaba.
Es decir: Todo lo importante que se consideraba dependía de las funciones que desempeñaba, olvidando que contra más altas son las distinciones más riesgo hay de perderlas.
Pero fue bueno, porque me pude advertir a mi mismo, acerca de la importancia que me doy y con qué facilidad me olvido qué provengo del polvo y que polvo soy.
Solamente el aliento del Eterno me ha dado la vida y el día en que me sea quitado, volveré a ser polvo, uno de los elementos menos importantes de todos los conocidos.
Aunque la Tierra lleve su nombre. Solo somos valiosos cuando tenemos al Espíritu como Guía Supremo.
Génesis 3:19
Con el sudor de tu rostro comerás el pan
hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado;
pues polvo eres, y al polvo volverás.
Diego Acosta / Neide Ferreira
Con el afán de evitar los Mandatos
que Dios ha establecido,
a veces pasamos las páginas de la Biblia
que no nos gustan y elegimos las que nos agradan
y nos equivocamos doblemente.
Diego Acosta – MENSAJE
ANTIVIRUS
Con alarmante frecuencia podemos comprobar cómo hay profesionales de la crítica que viven de las falsas polémicas que ellos mismos son capaces de crear.
Más que profesionales son verdaderos mercaderes, porque criticando consiguen su objetivo de hacer rentables sus publicaciones de cualquier formato.
Hay una ruindad manifiesta en estas actitudes, porque resulta muy fácil hablar mal o criticar severamente a personas que no se defienden de esta clase de ataques por convicción o bien porque carecen de los medios o de las oportunidades para hacerlo.
Incluso hay quienes en sus pretenciosos comentarios son capaces de criticar a Dios, llevando hasta ese extremo su forma de lograr resultados económicos o de notoriedad.
Solo que con el Eterno esta clase de actitudes provocan daño a quién las practica, porque nadie puede ofender la Grandeza Infinita del Creador de todo y de todos.
Estos mercaderes recibirán su paga en la tierra y tendrán su juicio personal en el final.
Diego Acosta
DEVOCIONAL
Que doloroso resulta comprobar que un día pudimos hacer el bien y no lo hicimos. Como lamentaremos esta situación, que afectó al Prójimo.
Cada vez que pienso en esta cuestión, mi corazón se estremece de pesar, porque por una injusta decisión hubo alguien que no pudo recibir lo que estaba en mi mano darle.
Por qué se obra de esta manera tan equivocada?
Hablando por mí podría decir que hay algo de maldad en el proceder, porque he cerrado mi puño cuando debí abrir mi mano con generosidad.
Sería como aquel que retiene algo que le agrada pero que no le pertenece y entonces trata de tenerlo en su poder todo el tiempo posible.
Pero luego llega la hora del arrepentimiento, de la tristeza porque hemos privado al Prójimo algo que era legítimamente suyo porque eso era lo que Dios había dispuesto que tuviera.
Me humillo ante el Eterno y pido perdón por mi necedad y por la falta de grandeza en la hora de la bondad.
1 Timoteo 6:18
Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras,
dadivosos, generosos.
Diego Acosta / Neide Ferreira