LA AUTORIDAD DE JESÚS
El HIjo del Hombre declaró su potestad
para perdonar perdonar pecados en la tierra
por eso le mandó al paralítico,
que se levantara de su lecho y volviera a su casa.
PAN DE VIDA
El HIjo del Hombre declaró su potestad
para perdonar perdonar pecados en la tierra
por eso le mandó al paralítico,
que se levantara de su lecho y volviera a su casa.
PAN DE VIDA
En los tiempos lejanos de la juventud
la sola mención de ser un don nadie….
era agraviante, humillante.
Pero delante de Jesús, ser un don nadie,
representa ser humilde delante de Su Gloriosa Majestad.
Diego Acosta – BLOG del TIEMPO
Jesús nos advirtió
para que nadie nos engañe,
estando implícito que tampoco nos podíamos engañar
nosotros msmos.
Una advertencia personal y fundamental.
Diego Acosta – MENSAJE
El Hijo del Hombre nos advierte,
sobre el que tiene poder para quitar la vida,
echar al infierno,
es a éste al que debemos de temer.
No lo olvidemos.
PAN DE VIDA
Jesús habla a la multitud
y afirma que lo que sale del hombre
es lo que contamina al hombre
y si alguno quiere oír, oiga,
advirtiendo que al Evangelio no todos aceptarán.
PAN DE VIDA
DEVOCIONAL
Quienes somos hijos de Dios vivimos de una manera sobrenatural!
Vivimos en la Tierra, pero pertenecemos al Reino de Dios!
Esta maravillosa realidad, es posible a partir del pedido que Jesús le hizo al Padre para que no nos quitara del mundo terrenal, pero que nos guardara.
Estamos aquí porque tenemos una grandiosa misión que cumplir, aunque a veces nuestra razón humana no lo comprenda o en otras ocasiones no le encuentre sentido.
En esos momentos de duda, cuando la mente prevalece sobre nuestra vida, es cuando comienza a obrar el Espíritu Santo para guiarnos al Camino Verdadero.
Así como los primeros discípulos tuvieron que aprender todas las enseñanzas que les dejaba el Hijo del Hombre, del mismo modo tenemos que aprender a vivir de esta manera para dar frutos de fe.
Demos Gracias al Eterno por esta realidad que a veces nos desconcierta, pero que forma parte del Propósito de Todopoderoso para cada uno de nosotros, sus hijos.
2 Tesalonicenses 1:1
Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros,
para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento,
y cumpla todo propósito de bondad
y toda obra de fe con su poder,
Diego Acosta / Neide Ferreira
El Hijo del Hombre anunció el gran Propósito que tenía para aquellos humildes y simples pescadores.
MATEO 4:19 Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres. Puede haber mayor cometido para un hombre que ayudar a salvar la vida de otros seres humanos?
MATEO 4:20 Ellos entonces, dejando al instante las redes, le siguieron. Fue así como los hermanos abandonaron el negocio familiar y partieron junto al que había anunciado que Juan el Bautista que vendría.
MATEO 4:21 Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó. Repitió Jesús el llamado que había hecho antes y de nuevo a dos hermanos también pescadores afanados en su rutina.
Este pescador llamado Jacobo se distingue del otro Jacobo mencionado en el Nuevo Testamento porque siempre se lo cita junto a su hermano Juan y nunca solo.
Es de destacar que el martirio que sufrió por Herodes Agripa I marcó el comienzo de la primera persecución que sufrió la Iglesia Primitiva, según consta en Hechos 12:1-3 En aquel mismo tiempo el rey Herodes echó mano a algunos de la iglesia para maltratarles.
Y mató a espada a Jacobo, hermano de Juan. Y viendo que esto había agradado a los judíos, procedió a prender también a Pedro. Eran entonces los días de los panes sin levadura.
Sobre el nombre Jacobo se debe aclarar que en algunas versiones se lo menciona como Santiago y en griego se escribe Iakobos que provienen del hebreo Yaakob y que en el Antiguo Testamento se lo llama Jacob. En castellano antiguo se utilizó la forma de Iago que al anterponérsele el título de santo se terminó convirtiendo en Santiago.
Diego Acosta
El Hijo del Hombre inicia su Ministerio caminando por la orilla del Mar de Galilea.
MATEO 4:18 Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores.
Jesús ya había conocido a los hermanos en Betábara en las cercanías del río Jordán, donde Andrés se había convertido en discípulo de Juan el Bautista. En el Evangelio de Juan, en 1:35-51 se narra como el hijo de Elizabeth, mostrando toda su humildad, dirigió la mirada de quienes habían sido sus seguidores, hacia el Hijo de Dios.
Los dos hermanos habían dejado a Juan y marchado junto a Jesús, pero luego decidieron volver a Capernaum donde continuaron con su trabajo. Las referencias al primer año del Ministerio de Jesús son escasas, pero según detalla Lucas en 4:23, ÉL ya había hecho milagros en la zona de Capernaum y también en Judea, por lo que el conocimiento que se tenía sobre su persona estaba alcanzando mucha notoriedad. Esta afirmación se puede corroborar en Lucas 4:14 Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor.
Los principales hechos del primer año del Ministerio del Hijo del Hombre los refleja Juan en su Evangelio en 2:12 al 4:21. Por lo que se puede afirmar que el conocimiento que se tenía sobre ÉL era muy grande.
El llamado que reitera Jesús a los hermanos Simón, llamado Pedro y Andrés, tiene en esta renovación un carácter más significativo y por tanto a largo plazo.
Diego Acosta
DEVOCIONAL
No recuerdo el nombre de quién me contaba que cuando comenzó a frecuentar una congregación, lo primero que le hicieron fue regalarle una Biblia.
Esta persona decía que al principio no sabía ni por dónde empezar, pero que un hermano con mucha paciencia le fue mostrando las maravillas que tiene la Palaba de Dios.
Y esta señora decía que poco a poco se fue adentrando en la riqueza infinita del Texto y empezó a darse cuenta, todo lo vana que había sido su vida pasada.
Comenzó a apreciar los errores que había cometido y cuánta necesidad tenía de que sus pecados les fueran perdonados por el Hijo del Hombre.
Esa proximidad con Jesús le fue abriendo la mente para vislumbrar la infinita Majestad del Padre y también la Gracia inmerecida que había tenido en su vida de conocer a su Salvador.
Y todo comenzó por aquel regalo de una Biblia, que alguien puso en sus manos.
Deuteronomio 9:10
y me dio Jehová las dos tablas de piedra
escritas con el dedo de Dios;
y en ellas estaba escrito según todas las palabras
que os habló Jehová en el monte,
de en medio del fuego, el día de la asamblea.
Diego Acosta / Neide Ferreira
Jesús declara que no hay profeta
en su propia tierra ni en su casa,
que a lo largo de los tiempos,
hemos convertido en la frase:
No hay profeta en su tierra.
PAN DE VIDA