SOY EL CAMINO
El Príncipe de Paz le dijo a Tomás:
Yo soy el camino, la Verdad
y la Vida
Si me conocieráis
conocerías al Padre.
PAN DE VIDA
El Príncipe de Paz le dijo a Tomás:
Yo soy el camino, la Verdad
y la Vida
Si me conocieráis
conocerías al Padre.
PAN DE VIDA
SOIS LA LUZ
El Príncipe de Paz en su Sermón del Monte destacó que somos sus seguidores, además de la sal de la Tierra.
JESÚS 5:14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Una vez más el Primogénito de Dios, enseñó con un ejemplo.
Siendo Luz del Mundo, somos la referencia en un mundo en tinieblas y resulta lo mismo que una ciudad ubicada en lo alto no se puede dejar de ver.
Jesús recurre con esta referencia nuevamente al Antiguo Testamento donde podemos encontrar varios versículos relacionados con la Luz. Isaías 49:6 dice: Poco es para mí que tú seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que restaures el remanente de Israel; también te di por luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra.
En este pasaje Jehová se refirió a la condición de Siervo que le concedió a Israel. Y con el mismo profeta, podemos leer en 60:3 Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento. En este caso, Isaías habló de la Gloria futura de Sión, es decir de Jerusalén.
Y en el Nuevo Testamento encontramos otra mención a la Luz, en el Libro de los Hechos de los Apóstoles 13:47 Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de los gentiles, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra.
Pablo habló en la sinagoga de Antioquía de Pisidia, en el transcurso de su primer viaje misionero, en compañía de Bernabé.
SOIS LA SAL
El Hijo del Hombre continuó exponiendo en el Sermón del Monte y mencionó lo que debemos ser quienes nos declaramos sus seguidores.
MATEO 5:16 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres. Jesús alude a la importancia que tenía la sal en aquellos tiempos.
Y la mención a que pueda desvanecerse está originada en el hecho de que la sal que se obtenía del Mar Mediterráneo, frecuentemente estaba contaminada con yeso. Y por esta razón tenia otro uso.
Al que también se refirió el Príncipe de Paz. La sal era utilizada cuando estaba mezclada con el yeso o con otros minerales, para mantener limpias las calzadas construidas por los romanos. En estos casos se la esparcía y de esta manera se evitaba la proliferación de las malezas.
La sal tenía dos utilizaciones entre los seres humanos: Una era para dar sabor y preservar los alimentos. Job 6:6 ¿Se comerá lo desabrido sin sal? ¿Habrá gusto en la clara del huevo? Y además tenía aplicaciones rituales Levítico 2:13 Y sazonarás con sal toda ofrenda que presentes, y no harás que falte jamás de tu ofrenda la sal del pacto de tu Dios; en toda ofrenda tuya ofrecerás sal.
En el imperio romano, la sal también se utilizó como moneda para la compra y venta de productos diversos.
Diego Acosta
DEVOCIONAL
Involuntariamente en algunas ocasiones buscamos la salida más fácil, que no es otra cosa que rendirnos ante la evidencia. Pero nos equivocamos y gravemente.
Ante la injusticia NUNCA deberemos rendirnos, sino todo lo contrario. El Hijo del Hombre nos dejó la herramienta más idónea para enfrentar al mal.
La Oración, se convierte en el arma esencial de los creyentes, para no aceptar aquello que se opone a los Mandatos del Eterno, por grandes y poderosos que sean los adversarios.
Jesús oró al Padre y le agradeció su ayuda cuando resucitó a Lázaro, en medio del dolor de su familia y también con su propia pena por la muerte de su amigo.
Si ÉL oró, por qué no lo habríamos de hacer nosotros?
No aceptemos la injusticia y clamemos por la Justicia que viene de lo Alto. La única que finalmente llegará a todos los hombres, especialmente a aquellos que se consideran amos de la vida y de la muerte.
Deuteronomio 25:16
Porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que hace esto,
y cualquiera que hace injusticia.
Diego Acosta – Neide Ferreira
El Hijo del Hombre sopló
y recibimos el Espíritu Santo
y podremos perdonar pecados
y retener pecados
obrando en su Santo Nombre.
PAN DE VIDA
GOZAOS Y ALEGRAOS
Tras enumerar las nueve Bienaventuranzas, el Hijo del Hombre anuncia la recompensa para quienes fueran vituperados por su causa.
MATEO 5:12 Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros. El Príncipe de Paz anunció que la recompensa que recibirían sería grande en los cielos. Y también hace mención las persecuciones que sufrieron los profetas, según nos enseña el Antiguo Testamento.
La alusión a la recompensa la podemos encontrar en el Evangelio de Mateo en 5:46, 6:1 y 5:42. En el Antiguo Testamento las menciones a la recompensa, son numerosas.
Génesis 30:18 Y dijo Lea: Dios me ha dado mi recompensa, por cuanto di mi sierva a mi marido; por eso llamó su nombre Isacar. En otro sentido la encontramos en 2 de Crónicas 15:7 Pero esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos, pues hay recompensa para vuestra obra.
En el Salmo 91 impregnado de figuras poéticas, podemos leer en el versículo 8: Ciertamente con tus ojos mirarás y verás la recompensa de los impíos. Este texto nos lleva al grandioso momento en el que Jehová derribó a los egipcios abriendo las aguas del mar para que pasara su Pueblo, según consta en Éxodo 14:30-31: Así salvó Jehová aquel día a Israel de mano de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del mar. Y vio Israel aquel grande hecho que Jehová ejecutó contra los egipcios; y el pueblo temió a Jehová, y creyeron a Jehová y a Moisés su siervo.
Diego Acosta
Jesús nos enseña en el Evangelio de LUcas:
Mi madre y mis hermanos,
son los que escuchan mis palabras
y la hacen.
Para recordar este día y todos los días.
PAN DE VIDA
El Príncipe de Paz destacó en el Sermón ante la multitud la novena y última bienaventuranza y cuando será alcanzada.
MATEO 5:11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gloriosos momentos cuando seamos agraviados, por causa de Jesús.
En Job tenemos un ejemplo de como Satanás utiliza argumentos contra el siervo, Job 2:5 Pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.
Todos los argumentos pueden ser utilizados para humillarnos. Elifaz, también levanta cargos contra Job, en 22:6 Porque sacaste prenda a tus hermanos sin causa,y despojaste de sus ropas a los desnudos.
Elifaz emplea referencias que podemos encontrar en el Libro de Deuteronomio cuando se nos revelan las Leyes sobre la conducta sexual, Deuteronomio 22:19 y le multarán en cien piezas de plata, las cuales darán al padre de la joven, por cuanto esparció mala fama sobre una virgen de Israel; y la tendrá por mujer, y no podrá despedirla en todos sus días.
Se hace mención en este pasaje cuando un hombre se llegara a una mujer y declarara que no la había hallado virgen y era la sanción que le imponían los ancianos, por haberla agraviado.
Otro ejemplo en el Antiguo Testamento lo verificamos en el Libro de Jeremías, cuando el profeta es acusado injustamente, con un cargo lleno de falsedad.
Jeremías 37:13 Y cuando fue a la puerta de Benjamín, estaba allí un capitán que se llamaba Irías hijo de Selemías, hijo de Hananías, el cual apresó al profeta Jeremías, diciendo: Tú te pasas a los caldeos.
No importa la forma de los agravios ni tampoco las mentiras que se levanten contra nosotros, cuando sean por causa del Hijo del Hombre. Entonces recibiremos su bienaventuranza.
Diego Acosta
Jesús nos anunció que oiríamos de guerras y
de rumores de guerras,
como está ocurriendo con la invasión rusa a Ucrania
uno de los países con más creyentes de Europa.
No nos turbemos y oremos por Misericordia y Justicia.
Diego Acosta – MENSAJE
En el Sermón del Monte
el Hijo del Hombre habló sobre las bienaventuranzas
de quienes sean perseguidos
por causa de la Justicia,
porque ellos recibirán el Reino de los Cielos.
JESÚS Y MATEO