GOZAOS Y ALEGRAOS

GOZAOS Y ALEGRAOS

Tras enumerar las nueve Bienaventuranzas, el Hijo del Hombre anuncia la recompensa para quienes fueran vituperados por su causa.

MATEO 5:12 Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros. El Príncipe de Paz anunció que la recompensa que recibirían sería grande en los cielos. Y también hace mención las persecuciones que sufrieron los profetas, según nos enseña el Antiguo Testamento.

La alusión a la recompensa la podemos encontrar en el Evangelio de Mateo en 5:46, 6:1 y 5:42. En el Antiguo Testamento las menciones a la recompensa, son numerosas.

Génesis 30:18 Y dijo Lea: Dios me ha dado mi recompensa, por cuanto di mi sierva a mi marido; por eso llamó su nombre Isacar. En otro sentido la encontramos en 2 de Crónicas 15:7 Pero esforzaos vosotros, y no desfallezcan vuestras manos, pues hay recompensa para vuestra obra.

En el Salmo 91 impregnado de figuras poéticas, podemos leer en el versículo 8: Ciertamente con tus ojos mirarás y verás la recompensa de los impíos. Este texto nos lleva al grandioso momento en el que Jehová derribó a los egipcios abriendo las aguas del mar para que pasara su Pueblo, según consta en Éxodo 14:30-31: Así salvó Jehová aquel día a Israel de mano de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del mar. Y vio Israel aquel grande hecho que Jehová ejecutó contra los egipcios; y el pueblo temió a Jehová, y creyeron a Jehová y a Moisés su siervo.

Diego Acosta

 

 

LOS VITUPERADOS

 

El Príncipe de Paz destacó en el Sermón ante la multitud la novena y última bienaventuranza y cuando será alcanzada.

MATEO 5:11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gloriosos momentos cuando seamos agraviados, por causa de Jesús.

En Job tenemos un ejemplo de como Satanás utiliza argumentos contra el siervo, Job 2:5  Pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.

Todos los argumentos pueden ser utilizados para humillarnos. Elifaz, también levanta cargos contra Job, en 22:6 Porque sacaste prenda a tus hermanos sin causa,y despojaste de sus ropas a los desnudos.

Elifaz emplea referencias que podemos encontrar en el Libro de Deuteronomio cuando se nos revelan las Leyes sobre la conducta sexual, Deuteronomio 22:19 y le multarán en cien piezas de plata, las cuales darán al padre de la joven, por cuanto esparció mala fama sobre una virgen de Israel; y la tendrá por mujer, y no podrá despedirla en todos sus días.

Se hace mención en este pasaje cuando un hombre se llegara a una mujer y declarara que no la había hallado virgen y era la sanción que le imponían los ancianos, por haberla agraviado.

Otro ejemplo en el Antiguo Testamento lo verificamos en el Libro de Jeremías, cuando el profeta es acusado injustamente, con un cargo lleno de falsedad.

Jeremías 37:13 Y cuando fue a la puerta de Benjamín, estaba allí un capitán que se llamaba Irías hijo de Selemías, hijo de Hananías, el cual apresó al profeta Jeremías, diciendo: Tú te pasas a los caldeos.

No importa la forma de los agravios ni tampoco las mentiras que se levanten contra nosotros, cuando sean por causa del Hijo del Hombre. Entonces recibiremos su bienaventuranza.

Diego Acosta

NO OS TURBÉIS

Jesús nos anunció que oiríamos de guerras y
de rumores de guerras,
como está ocurriendo con la invasión rusa a Ucrania
uno de los países con más creyentes de Europa.
No nos turbemos y oremos por Misericordia y Justicia.
Diego Acosta – MENSAJE

HACIA EL FINAL

En las horas de incertidumbre de rumores de guerra
tenemos el arma más poderosa de todos los hombres:
La Oración.
Podemos clamar al Dios Todopoderoso
por ayuda y consuelo en los tiempos difíciles.
Diego Acosta – MENSAJE
CONGREGACIÓN
SÉPTIMO MILENIO

 

SEGUIR SUS PASOS

DEVOCIONAL

Más de una vez me he preguntado acerca de que es lo que ven en mí, las personas con las que me cruzo en cualquier circunstancia cotidiana.

Y más importante aún: Podrían llegar a apreciar aunque sea fugazmente algo que me pueda relacionar con Jesús?

Y todas las veces me contesto que tristemente, mis ejemplos de la vida diaria no llevarían a nadie a pensar en el Hijo del Hombre y mucho menos a creer que me considere hijo de Dios.

Por qué?

Seguramente porque mis palabras son mucho más elocuentes que mis hechos y como las palabras se pierden en el bullicio que nos rodea, lo único que quedan son las insignificantes actitudes.

Y aquí es donde comienza mi aflicción! Que pobres resultan las evidencias de ser seguidor de Jesús. Son tan escasas que nadie las podrá ver. Es tiempo de cambiar mi vida y mi relación con el Prójimo.

1 Pedro 2:21
Pues para esto fuisteis llamados;
porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo,
para que sigáis sus pisadas.

Diego Acosta / Neide Ferreira