RECTITUD…?

Con cuánta ligereza consideramos rectos nuestros caminos!

Al menos eso lo que hago con excesiva frecuencia, hasta que los hechos me demuestran que es todo lo contrario.

Este tipo de pensamientos es una de las muestras de las duras luchas que tenemos con nosotros mismos, acerca de las cuestiones relacionadas con Dios.

No se me escapa que decir que estoy obrando correctamente forma parte de mi naturaleza, parte de lo que fui y de lo que soy.

Pero me pregunto: Son necesarias estas luchas?

He llegado al convencimiento de que sí, son necesarias porque son las que demuestran que estamos tratando de superar el pasado y sobre todo, tratando de ser un hombre nuevo o una mujer nueva.

Es más que evidente que el propósito es maravilloso, pero el camino dificilísimo!

Que sería de mí sin la Misericordia del Eterno?

Con este interrogante me acuesto muchas veces y me levanto otras tantas, dando gracias por la ayuda, inmerecida y desproporcionada según mis obras.

Tal vez sea necesario reflexionar más sobre estas cuestiones, porque ayudan a definir lo que es lo bueno y lo que es lo malo.

A tratar de obrar con Sabiduría para no apartarnos de la Voluntad del Omnipotente, para que no se aleje de nosotros ni su Amor ni su Pensamiento.

Tengo como única cosa cierta en mi vida, que es el Creador quién debe gobernarla, a pesar de mi resistencia, tan humana como inútil.

No nos quejemos por las luchas ni por las pruebas!

Son las que verdaderamente nos acercan al Señor!

Proverbios 21:2

ES – Todo camino del hombre es recto en su propia opinión;

pero Jehová pesa los corazones.

PT – Todo caminho do homem  é reto aos seus olhos,

mas o Senhor sonda os corações.

 Diego Acosta / Neide Ferreira

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OÍR A DIOS

Por sorprendente que resulte, este reclamo es del propio Dios!

Es el reclamo que Jehová formuló a los israelitas cuando fueron liberados de la esclavitud a la que estaban sometidos en Egipto.

Podríamos hacernos dos preguntas sobre el tema. Por qué Jehová les hacía esa reclamación y la otra, es para qué se las hacía?

La respuesta al por qué, es porque a pesar del tremendo milagro que habían recibido de ser liberados de las cargas de los egipcios, tomaban sus propias decisiones desoyendo los mandatos del Todopoderoso.

La respuesta al para qué, es para entender que les hubiera dado el Creador, si hubieran sido fieles a sus mandatos y lo hubieran escuchado.

Francamente esta situación se parece mucho a la de mi propia vida.

Cuántas veces me he negado a oír la Palabra de Dios?

Muchas y en todos los casos con duras consecuencias, lo que revela que la dureza del corazón no es solo es de los israelitas.

Y por las mismas razones, cuántas cosas me he perdido a causa de mi propia necedad, de no advertir que escuchando al Eterno, es cuando mi vida puede cambiar para bien.

El sabio Predicador nos enseña que la vida es una continua repetición de hechos y situaciones, que si por una vez los hubiéramos tenido en cuenta, nos hubiéramos librado de pesares y de afanes fallidos.

Cuando seré sabio para entender el mensaje de Dios?

Busco cada día acercar mi entendimiento y mi corazón, para vencer la dureza de mi cerviz y ser capaz de oír al Santo de Israel.

Salmo 81:11-12

ES – Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón;
Caminaron en sus propios consejos.

!!Oh, si me hubiera oído mi pueblo,
Si en mis caminos hubiera andado Israel!

PT  Pelo que eu os entreguei aos desejos do seu coração, e andaram segundo os seus próprios conselhos.  

Ah! Se o meu povo me tivesse ouvido!  Se Israel andasse nos meus caminhos!

Diego Acosta / Neide Ferreira

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JERICÓ

Por qué será que los hombres dudamos tanto?

Por qué será que no nos bastan todos los milagros realizados por Jehová?

Por qué será que ante la menor dificultad nuestro ánimo decae?

Podría seguir con una larga serie de preguntas, porque son las mismas que me asaltan una y otra vez. Lo digo en tiempo presente, porque en el pasado también ocurrió.

Tal vez lo más serio, es que en el futuro, seguirá ocurriendo…duda tras duda!

Los tiempos verbales a veces contribuyen a confundirnos. En realidad, cuando decimos presente, ya es pasado…porque todo pasa y solamente queda el futuro.

Esto lo debió entender Josué, cuando el Eterno le anunció que le entregaría a Jericó, a su rey y a sus hombres de guerra.

Recibió Josué precisas instrucciones sobre cómo deberían obrar para que se concretara el anuncio. Y los israelitas creyeron y vivieron el milagro.

Fue dicho y fue hecho!

Me pregunto: Si alguien me dijera que rodeara una ciudad para que cayera en mi poder, lo haría? Sería capaz de gritar, para que los muros fueran derribados?

La respuesta es un rotundo NO!

Entonces como puedo decir que soy un hombre de fe?

Es evidente que no debería decirlo y también es evidente la paciencia del Soberano para con mi incredulidad y para mis repetidos actos de desobediencia.

Incredulidad por no aceptar las evidencias y desobediencia por no asumir que todas las promesas de Dios, están cumplidas en el tiempo de decirlas.

Solamente resta el tiempo en que yo pueda verlas!

Así ocurrió con Jericó: Hubo un anuncio a Josué de lo que ocurriría… y ocurrió!

Hasta cuando dudaré?

Josué 6:20

ES –  Entonces el pueblo gritó, y los sacerdotes tocaron las bocinas; y aconteció que cuando el pueblo hubo oído el sonido de la bocina, gritó con gran vocerío, y el muro se derrumbó. El pueblo subió luego a la ciudad, cada uno derecho hacia adelante, y la tomaron.

Pt – Gritou, pois, o povo, tocando os sacerdotes as buzinas; e sucedeu que, ouvindo o povo o sonido da buzina, gritou o povo com grande grita; e o muro caiu abaixo, e o povo subiu à cidade, cada qual em frente de si, e tomaram a cidade.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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CONOCIMIENTO…!

En una oportunidad me preguntaron: Cómo se hace para conocer a Dios?

Fue un requerimiento directo, sin ninguna clase de preámbulo, que me obligó a razonar primero y a orar después para pedir ayuda al Espíritu.

Como siempre la respuesta proviene de la Palabra de Dios, a través de la Sabiduría que el Espíritu pone en nuestro corazón y en nuestra boca.

Como se hace para conocer a Dios?

Tal vez sea más sencillo de explicar que de concretar en hechos. De explicar es simple: Defender a los pobres y los oprimidos.

Hacerlo es tremendamente complicado, porque en esa acción siempre prevalecen nuestros intereses personales y nos olvidamos de aquello que tenemos la obligación de materializar.

Recuerdo sobre este punto, que la primera vez que tuve que salir en defensa de alguien que ostensiblemente no estaba en condiciones de intentarlo siquiera, dudé mucho, demasiado.

Mi mente argumentaba: Por qué te vas a involucrar en una situación que no has provocado y que tampoco te afecta directamente?

Y es precisamente en esa duda donde el enemigo puede ganar la batalla. Esa es la duda que finalmente puede apartarnos de hacer el bien, por defender nuestra causa personal y no la de quién necesita por debilidad, que alguien lo defienda.

Cambiar nuestro deber por nuestros intereses, conspira contra el Mandamiento del Soberano. ÉL es el que cuida nuestros intereses y nosotros debemos cuidar al necesitado, al desprotegido.

Si verdaderamente amamos al prójimo, entonces podremos ver como el Amor de Dios se derrama sobre nuestra vida. Que es una de las mejores formas de conocerlo!

Jeremías 22:16

El juzgó la causa del afligido y del menesteroso, y entonces estuvo bien. ¿No es esto conocerme a mí? dice Jehová.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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BUENOS DESEOS…!

Tengo el convencimiento que los buenos deseos son legítimos, pero que también son producto de los sentimientos y la emotividad.

Es decir, es más que razonable que tengamos los mejores pensamientos para nuestros amados, pero no es menos cierto que en los momentos que los formulamos, nos olvidamos de cuestiones esenciales.

Una de ellas es que así como en el tiempo que hemos dejado atrás, en los días que vendrán tendremos buenos y malos momentos, alegrías y tristezas, risas y llanto.

Esto es lo que nos dice el sabio Eclesiastés y por tanto debemos estar preparados para esos momentos en que debemos apelar a toda nuestra entereza para seguir hacia adelante.

Que significa esto?

Que los momentos más peligrosos para la vida de un hombre, o por lo menos para la mía, son los de tristeza y más grave aún…los de alegría.

En la tristeza nos podemos olvidar de quién nos ha Creado o renegar de ÉL. En la alegría, nos sentimos tan profundamente fuertes y poderosos, que hasta podemos llegar a considerarnos iguales al Eterno.

Pero, debemos apelar a la Sabiduría contenida en la Palabra de Dios, para afrontar tanto lo bueno como lo malo, porque tanto una cosa como la otra, llegará en nuestro futuro…a pesar de los buenos deseos.

El rey David, agradecía por todo…!

Por todo lo que consideraba bueno y por todo lo que consideraba malo, por lo que lo hacía bailar o por lo que lo hacía utilizar el cilicio.

Hagamos entonces como David: Demos gracias por todo, en la bonanza y en la desesperanza! Siempre!

Ese tal vez sea el mejor de los buenos deseos: Agradecer al Soberano por todo!

Salmo 34:1

Bendeciré a Jehová en todo tiempo;
Su alabanza estará de continuo en mi boca.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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UNA HOJA

Decía un viejo y querido maestro, que por cambiar una hoja del calendario, difícilmente íbamos a cambiar nuestra vida.

Siempre creí que era una frase llena de sabiduría y también de un enorme sentido práctico, porque en verdad, nadie muda por cambiar una hoja del calendario, aunque sea la hoja de un nuevo año.

Este mensaje estaba inspirado en la enseñanza de Pablo de que debemos renovarnos, no acostumbrarnos a las cosas del mundo.

Eso pienso cuando trato cada día, de evadirme de esa pesada carga que es el hombre viejo, que una y otra vez lucha denodadamente por imponerse sobre el nuevo.

Aunque a veces pareciera que esta lucha es muy difícil y hasta imposible de superar, el Eterno con su infinito Amor nos ayuda cuando llegan los tiempos de flaquezas.

Y también, como es el caso, cuando llega el tiempo de cambiar una hoja del calendario, en el que la emotividad y también los sentimientos pretenden ocupar el lugar privilegiado que debe tener el Gozo y la Paz del Señor.

Cuando me recuerdo del viejo maestro y sus enseñanzas, hago Memoria también de la necesidad que tengo de enfrentar con decisión al hombre viejo, que generalmente encuentra refugio en la mente.

Allí donde anidan los recuerdos, que pretenden engañarnos y hacernos creer que son mejores que los nuevos tiempos que vivimos y los que vendrán.

Todo lo que provenga del Señor para cada uno, será lo mejor que podamos esperar, porque nadie nos conoce como ÉL.

Demos gracias por otro año y en lugar de tantos proyectos, pensemos que nuestra mayor obligación es que el Señor nuestro Dios, sea lo más importante de nuestra vida.

Deuteronomio 6:4

Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.

Diego Acosta / Neide Ferreira

ORACIÓN

Oremos por Israel en el último día de este año!

Oremos por sus líderes!

Oremos por el Pueblo de Dios!

Oremos para ser dignos coherederos de todas las promesas!

Oremos contra la hipocresía de declararse coherederos y ser no judaizantes!

Oremos dando gracias por la promesa de Jehová a Abram:

 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré;

y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.

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YO SOY ASÍ…!

Más de una vez, creo que la mayoría de nosotros, hemos empleado un tono desafiante para pronunciar esta breve frase de ocho letras: Yo soy así!

Y digo que es desafiante, porque es una declaración de que somos de una determinada manera y que nada nos hará cambiar.

O para decirlo de otra forma: Somos así y estamos muy contentos de serlo y por tanto los demás deben aceptarnos.

Esta frase en el mundo sería vista como una forma de fuerte personalidad, avasallante y categórica, capaz de definir con propiedad la propia naturaleza.

En el mundo, tal vez alguna persona nos podría mirar con una cierta envidia, al ver a alguien tan seguro de sí mismo.

Pero qué valor tiene esta afirmación desde la perspectiva espiritual?

La visión cambia y los conceptos también!

Esta forma de expresarse, desafiante y agresiva, no es lo que se espera de una persona que afirma que tiene al Señor en su vida.

No es la forma de expresar el conocimiento que tenemos del Hijo del Hombre y sus enseñanzas!

Porque como serán nuestras obras si somos tan prepotentes?

Acaso hay alguien que pueda desafiar a Dios?

Quién soy yo para afirmar que nadie me puede cambiar?

Es necesario ser prudente con las respuestas que vayamos a dar. Tal vez las primeras palabras que salgan de nuestra boca, deberían ser de arrepentimiento por haber sido tan irreflexivos.

Cada hombre y cada mujer que el Eterno ha Creado está sujeto a su Autoridad y por tanto, ÉL puede cambiar lo que crea conveniente en nuestra vida.

Incluso hasta la forma arrogante de hablar!

Jeremías 49:16

Tu arrogancia te engañó, y la soberbia de tu corazón. Tú que habitas en cavernas de peñas, que tienes la altura del monte, aunque alces como águila tu nido, de allí te haré descender, dice Jehová.

Diego Acosta / Neide Ferreira

SERÁS PROSPERADO…!

En tiempos de doctrinas anti bíblicas relacionadas con la prosperidad, pareciera que debiéramos limitarnos en mencionar las bendiciones que existen sobre el tema.

Lo que evidentemente es diferente, es que lo hacemos sin convertirnos en mercaderes de la Palabra, ni en temerarios que se atreven a tergiversarla.

David, cuando llamó a su hijo para que edificara la Casa de Jehová, usó unas palabras preciosas: Entonces serás prosperado…!

Pero el Rey agregó el condicionante imprescindible para  ese anuncio: Salomón debía cumplir con los estatutos y decretos que Moisés recibió para el Pueblo de Israel.

Como aplicamos esta enseñanza en nuestra vida?

Como debo entender estas palabras de David para que me sean de edificación?

En su infinita Misericordia el Supremo, siempre nos Guía hacia el entendimiento de las cuestiones más profundas, para que nada quede oculto.

El Espíritu revela que la gran promesa que había sobre la vida de Salomón, estaba condicionada para todo el tiempo que cumpliera con sus obligaciones delante del Eterno.

Esto significa que mientras yo sea fiel, las promesas del Todopoderoso se mantendrán sobre mi vida. El día en que deje de serlo, la Mano Poderosa se puede apartar de mí.

Tremenda realidad que debo asumir para darle sentido a mi vida diaria, porque es así como debemos obrar. Un día y otro día, siendo fieles y obedientes al Mandato recibido para poder ser aptos para cumplir el Propósito para el que fuimos Creados.

Siendo como somos hijos del mismo Padre, sus promesas son para siempre!

Y su cumplimiento, también!

1 Crónicas 22:13

Entonces serás prosperado, si cuidares de poner por obra los estatutos y decretos que Jehová mandó a Moisés para Israel. Esfuérzate, pues, y cobra ánimo; no temas, ni desmayes.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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