NO SOLO DE PAN…
El Hijo del Hombre enfrenta a Satanás con argumentos tan sólidos como definitivos. Así como el enemigo de la fe utiliza el Antiguo Testamento, también Jesús emplea sus versículos para desarmar la artimaña con la que es tentado.
MATEO 4:4 Escrito está alude a Deuteronomio 8:3 cuando se revela al pueblo judío que Dios permitió que padeciera y tuviera hambre en el desierto para de esta manera poder sustentarlo de una manera extraordinaria y sobrenatural con un alimento desconocido: el maná. Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.
Además quedó explicitado que no hay ningún alimento que sea superior y más importante para el hombre, que la Palabra de Dios.
La experiencia de los judíos en el desierto es perfecta para aplicarla a Jesús en las mismas circunstancias. Con una diferencia fundamental: Que el Hijo del Hombre salió triunfante en su confrontación contra Satanás, que simboliza al mal.
Encierra este episodio una enseñanza de gran importancia para los creyentes, ya que debemos recordar que aún en las circunstancias más difíciles, siempre podremos contar con la presencia y la ayuda del Todopoderoso de Israel.
Y también tendremos el recurso de apelar a la Palabra de Dios para recibir además de aliento y consuelo, la dirección oportuna para poder obrar con Sabiduría y vencer a las tentaciones que debamos enfrentar como pruebas de nuestra confianza en el Eterno.
Diego Acosta