OLVIDOS SOSPECHOSOS

DEVOCIONAL

En otros tiempos tenía un amigo que siempre que le era infiel a su esposa, me decía: Menos mal que yo siempre me arrepiento después, nunca antes.

Tanto disfrutó de esta forma de olvido, que terminó por romper su matrimonio y ocasionar un grave daño a su familia. Un  caso muy parecido al mío. Lamentablemente.

Haciendo memoria de estas situaciones, me vuelvo a colocar en la vida de aquel amigo que quedó en el pasado, cuando acepté a Jesús.

Y lo que veo me entristece porque fácilmente puedo advertir que el engaño, comienza por el propio engaño, por la mentira que nos hacemos a nosotros mismos, para perseverar en las malas acciones.

Ahora que mi vida ha cambiado radicalmente, entiendo que ser un hombre nuevo, implica entre otras cosas la libertad de cumplir con los Mandatos del Eterno y la alegría de ser libre de la tragedia del pecado.

Lucas 7:48
Y a ella le dijo:
Tus pecados te son perdonados

Diego Acosta / Neide Ferreira

 

DOS NIDOS EJEMPLARES

DEVOCIONAL

Todas las veces que me asomo por mi ventana, puedo ver como cada vez se hacen más grandes dos nidos, que están en la parte más alta de un árbol.

Y puedo ver también el laborioso cuidado con el que los pájaros hacen su labor, yendo y viniendo trayendo las ramitas que le van dando forma al lugar donde crecerán los polluelos.

Ver todo esto es reconfortante, porque es emocionante comprobar como el ciclo de la vida se cumple inexorablemente y como cada especie se comporta con el sentido que le ha dado nuestro Creador.

Comprobando todo esto, una y otra vez, me llamo la atención acerca si soy igual de diligente con mi familia, con el cuidado que les debo  brindar y con el comportamiento que tengo cada día.

Podré el día del final, presentarme delante del Eterno mostrando mis obras de fe? Podré decirle, no he sido siervo fiel por mis propias limitaciones, pero lo he intentado siempre? Tal vez los pajaritos me sigan enseñando para cumplir con lo que debo hacer.

Lucas 12:39
Pero sabed esto,
que si supiese el padre de familia
a qué hora el ladrón había de venir,
velaría ciertamente, y no dejaría minar su casa.

Diego Acosta / Neide Ferreira

Los libros que leemos

DEVOCIONAL

En mi caso la cuestión de leer es una larga experiencia que se remonta a cuando apenas comenzaba la adolescencia. Y como soy un lector podría decir que compulsivo, es casi imposible saber cuántos títulos han pasado por mis manos.

Y también por mi mente y como es natural por mi corazón, dejando distintos recuerdos, enseñanzas y también muchas dudas. Pero en el fondo, hay en la lectura una forma de búsqueda constante.

Después de aceptar a Jesús como mi Salvador, la perspectiva de la lectura cambió rotundamente, centrándome prácticamente solo en la Biblia.

Pero hay algo que mantuve, como una costumbre casi insuperable: Mi afán por la lectura de algún tipo de obra, que tiene que ver con lo mundano y con la historia.

Muchas veces me he planteado si esta actitud estaba bien o estaba mal. Y la respuesta que siempre he tenido, es que ninguno, me podrá influir jamás, más que la Palabra de Dios. No sé si es una respuesta de conveniencia, pero sí la certeza sobre la Biblia.

Lucas 4:16
ES –
Vino a Nazaret, donde se había criado;
y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre,
y se levantó a leer.

PT – E, chegando a Nazaré, onde fora criado,
entrou num dia de sábado, segundo o seu costume,
na sinagoga e levantou-se para ler.

 Diego Acosta / Neide Ferreira

Juan el Bautista – Jesús y Mateo – 19

En el inicio del Capítulo III del Evangelio, se describe a un personaje de gran importancia que hace su aparición en la vida de Israel.

MATEO 3:1 En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea.

Juan era el hijo de Elizabeth, descendiente de Aaron, hermano de Moisés, en cuya vejez el ángel Gabriel, le anunció que tendría un hijo con su esposo Zacarías.

Elizebeth o Isabel, era prima de María, que sería la madre de Jesús, por obra del Espíritu Santo. En el Evangelio de Lucas, se narra el impresionante suceso que ocurrió cuando María fue a visitar a su prima que estaba embarazada de Juan.

Cuando el hijo de Elizabeth escuchó el saludo de María, saltó en el vientre de su madre, mientras ella decía, según consta en Lucas 1: 42-43:

42 y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre. 43 ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?

El nacimiento de Juan el Bautista, se cumplió luego de la visita que se prolongó por alrededor de tres meses. Cuando hubo que ponerle nombre le pusieron Zacarías, como su padre. Pero al octavo día de nacido y cuando iba ser circuncidado, la madre dijo que el nombre del niño sería Juan. Consultado el padre, que era mudo, escribió: Juan es su nombre.

Zacarías recuperó la capacidad de hablar y bendijo a Dios. Su hijo, dio cumplimiento a la profecía de Malaquías contenida en su Libro 3:1:

He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.

La vida de Juan se desarrolló en el desierto de Judea, situada al oeste del Mar muerto, en una región absolutamente estéril y en donde vivían algunas tribus de los esenios.

Diego Acosta

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