UN INOLVIDABLE LEGADO

DEVOCIONAL

La frase que muchos creyentes utilizamos con frecuencia de que…ha partido con el Señor, la debo repetir con pena por una ausencia, pero con la seguridad de que es muy cierta.

Hemos perdido a una querida anciana que ha dejado el legado más valioso que se puede ofrecer: El de su sonrisa a pesar de los pesares y el de sus oraciones, impresionantes por la fe que traslucían.

Su serena expresión, aún cuando sufría un gran dolor físico, nos dejó la enseñanza de que la entereza no proviene de nuestro temperamento, sino que es parte del consuelo del Dios Soberano.

Frente a su humildad, nos produce profunda tristeza tanto ególatra vanidoso, que no solo busca el reconocimiento tras su muerte, sino que lo busca en vida.

La querida hermana que perdimos, es un maravilloso ejemplo, porque su vida fue un testimonio de fe y generosidad, que fue inspirada por la Palabra de Dios.

Mateo 11:29
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí,
que soy manso y humilde de corazón;
y hallaréis descanso para vuestras almas;

Diego Acosta / Neide Ferreira

 

NUEVO SIGNIFICADO

JESÚS Y MATEO

El Príncipe de Paz establece con su expresión Bienaventurados una profunda revisión de lo que significa la Justicia, porque para los pobres hay una esperanza.

Y esta afirmación se basa en la paciencia que debemos de tener para no caer en la amargura ante la adversidad, teniendo la confianza para entregar nuestras luchas y nuestros desafíos en sus manos, porque sabemos que ÉL nos juzgará rectamente.

Esta nueva posición ante la Justicia nos permitirá vivir en medio de las decisiones adversas de los hombres, pues sus ofensas o faltas de reconocimiento, no nos afectarán.

Así podemos entender qué si aceptamos perder cosas en la tierra y entre los hombres del mundo, las recibiremos luego en el Reino de Dios.

Bienaventurados son los hombres que son transformados por el Poder del Mensaje de Jesús y tienen por tanto una nueva vida con una nueva forma de vivir.

Debe recordarse que el uso de Mateo de la expresión de Reino de los Cielos, obedece a la circunstancia que los judíos no mencionan por respeto a Dios.

Diego Acosta

 

LA FE Y EL HOMBRE NUEVO

DEVOCIONAL

Pensaba sobre las razones que nos impiden  convertirnos en hombres y mujeres nuevos. Y son muchas las que puedo mencionar, pero ninguna tan importante como la de la falta de fe.

En que consiste la falta de fe?

En algo tan simple como profundo. A pesar de todo lo que Dios ha hecho en mi vida, al menor problema o situación adversa, me surgen las dudas.

Y entonces mi fe se debilita, porque mi mente toma control sobre mi espíritu y comienzan a florecer los planes humanos, vuelven a dominar las ideas del pasado.

Lo que debería ser Luz, se vuelve claroscuro y entonces es cuando pienso, será que Dios me ha abandonado? Se habrá olvidado de mí? Donde lo encontraré?

Pero esas preguntas que me permito plantear a Dios, son las que me debería formular, en forma directa. Cuándo me comencé a apartar del Eterno? Cuándo comencé a olvidar el sacrificio de Jesús?

MI fe volverá a crecer cuando me arrepienta de mi incredulidad y cuando clame al Señor para que me fortalezca. Y entonces seré un hombre nuevo…

Hechos 14:22
C
onfirmando los ánimos de los discípulos,
exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles:
Es necesario que a través de muchas tribulaciones
entremos en el reino de Dios.

 

Atos 14:22
Confirmando o ânimo dos discípulos,
exortando-os a permanecer na fé,
pois que por muitas tribulações
nos importa entrar no Reino de Deus.

 

Diego Acosta / Neide Ferreira

LOS HIJOS DE ABRAHAM – XXIX

JESÚS Y MATEO

Juan el Bautista representó para los judíos que llegaban hasta la ribera del Jordán, un auténtico cuestionador de muchas de sus actitudes.

MATEO 3:9 Siguiendo con el tema de la fe, abordó la condición de hijos de Abraham, que muchos esgrimían para sentirse espiritualmente seguros. Era una forma de conferir a la descendencia genética la suficiente importancia como para sentirse herederos del Patriarca.

Tener a Abraham por padre, no significaba una herencia carnal, sino algo que estaba profundamente relacionado con su fe, como Pablo escribió en Romanos 4:16 Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros.

Jesús en el Evangelio de Juan planteó esta cuestión en profundidad al dejar establecido como obrarían quienes se llaman hijos de Abraham, Juan 8:39 Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: Si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais.

Considerarse hijos de del hombre escogido por Dios en Ur, no era una cuestión de linaje, como podría suponerse, sino obrar como él con fe y con obediencia en todas las circunstancias.

Lo que Jesús estaba poniendo de manifiesto, era que los judíos incrédulos obraban precisamente en forma contraria a como lo hizo Abraham, principalmente la obediencia a todo lo que el Eterno le mandó que hiciera.

Así puede entenderse la dura manifestación del hijo de Elizabeth, de que Dios podría levantar hijos de Abraham, aún de las piedras que bordeaban el Jordán.

Diego Acosta