TIEMPO BÍBLICO

Proféticamente se puede afirmar
que el principio de dolores ha comenzado
y con él los hechos de Apocalipsis
con la aparición del Anticristo y el Falso Profeta.
Es la hora de afirmarse en la Confianza al Señor.
Diego Acosta – MENSAJE
CONGREGACIÓN
SÉPTIMO MILENIO

 

 

 

 

OTRO DESAFÍO

ANTIVIRUS

El cambio de la hora refleja desde hace siglos los intentos del mundo, por alterar lo establecido por Dios, en un tan atrevido como fracasado propósito de enmendar lo que está bien.

Desde Benjamín Franklin en 1784 hasta nuestros días, fueron numerosos los cambios de la hora que se realizaron por distintos motivos.

El Más reciente y el que más influencia ha tenido ha sido el de marzo de 1973, cuando ante la gran crisis económica planteada por la suba del petróleo, se decidió adoptar el actual modelo.

Como casi siempre ocurre se apeló más a la política que a la razón, pues la clase gobernante debía demostrar que sabía enfrentar un gran problema como el que se había planteado.

Y con el paso de los años y a pesar de que cada vez es más difícil evidenciar la eficacia de esta medida, se persiste en el desafío al Creador, porque por una notable paradoja, ahora no se encuentran los argumentos suficientes, como para enmendar el error.

Típico de los humanos, cuando desafiamos al Eterno.

Diego Acosta

 

NO ACEPTEMOS LA INJUSTICIA

DEVOCIONAL

Involuntariamente en algunas ocasiones buscamos la salida más fácil, que no es otra cosa que rendirnos ante la evidencia. Pero nos equivocamos y gravemente.

Ante la injusticia NUNCA deberemos rendirnos, sino todo lo contrario. El Hijo del Hombre nos dejó la herramienta más idónea para enfrentar al mal.

La Oración, se convierte en el arma esencial de los creyentes, para no aceptar aquello que se opone a los Mandatos del Eterno, por grandes y poderosos que sean los adversarios.

Jesús oró al Padre y le agradeció su ayuda cuando resucitó a Lázaro, en medio del dolor de su familia y también con su propia pena por la muerte de su amigo.

Si ÉL oró, por qué no lo habríamos de hacer nosotros?

No aceptemos la injusticia y clamemos por la Justicia que viene de lo Alto. La única que finalmente llegará a todos los hombres, especialmente a aquellos que se consideran amos de la vida y de la muerte.

Deuteronomio 25:16
Porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que hace esto,
y cualquiera que hace injusticia.

Diego Acosta – Neide Ferreira

 

RECORDANDO A DON LUIS

ANTIVIRUS

En estos días se cumple el primer aniversario de la partida junto al Señor del doctor Luis Palau.

Es justo recordarlo por el legado maravilloso de su Ministerio, que lo llevó a más de cien países de todo el mundo, mostrando su condición de Siervo de Dios y la humildad que lo caracterizó.

En estos tiempos de tanta exaltación de las virtudes personales, es notable poder destacar todo aquello de bueno que nos enseñó con su propia vida, este evangelista ejemplar.

Quienes son continuadores de su Ministerio, respetan esos valores tan importantes y sin los cuales, el Eterno no hubiera impulsado su labor como la impulsó.

Recordemos esto, que solamente los grandes Siervos, son los que tienen un corazón sencillo y humilde como el Señor. Lo añoramos don Luis!

Diego Acosta

BENDITO PRÓJIMO

La brutal agresión a Ucrania actualiza
el pensamiento de Jesús
para ayudar al Prójimo
y la Palabra de Dios a los que no obran con misericordia
ni a los que no tienen compasión.
Diego Acosta – MENSAJE
CONGREGACIÓN
SÉPTIMO MILENIO

 

LO SOBRENATURAL

DEVOCIONAL

En el mundo las personas atribuyen a una cadena de circunstancias los hechos que producen alegría y también con el mismo argumento, pero en sentido contrario, a los que apenan.

Tanto en un caso como en el otro, se atribuyen a lo que se denomina buena suerte o mala suerte. Esta es la mirada pequeña propia de la dimensión humana.

Cuál es entonces la diferencia entre la buena o la mala suerte y los milagros?

Tan sencillo y tan grandioso, como resulta tener la fe en el corazón como para agradecer como milagro, lo que los hombres simplemente atribuyen a las circunstancias.

En definitiva: La única diferencia es la convicción que tenemos los hijos de Dios, que hemos sido bendecidos por su Amor y su Misericordia y hemos recibido el presente de algo sobrenatural, que podemos definir como Milagro.

El Eterno desde siempre ha hecho milagros y los seguirá haciendo!

Daniel 4:2 Conviene que yo declare las señales y milagros que el Dios Altísimo ha hecho conmigo.

Diego Acosta / Neide Ferreira

 

 

DIOS Y LA MUJER

 

BLOG del TIEMPO      

Nadie ha exaltado y destacado a la mujer, como Dios lo ha hecho y según consta en la Biblia. La creó de una costilla de Adán que fue hecho con polvo.

Por tanto la mujer es polvo doblemente refinado y por eso le corresponde ser la ayuda idónea para el hombre. Algo que solamente el Eterno puede disponer como una función más que relevante. Génesis 2:22-23 Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; esta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.

Y parte indispensable de la primera institución que Dios dio a los hombres: El Matrimonio para que unidos en una sola carne, formen la Familia, base fundacional de la sociedad de todos los tiempos. Génesis 2:24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.

En el Libro de Proverbios 31:10 podemos encontrar estas bellas palabras: Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.

Y en uno de los textos más notables de la literatura de todos los tiempos, El cantar de los Cantares, podemos leer lo escrito por el sabio Salomón, en 6:10  ¿Quién es esta que se muestra como el alba,
Hermosa como la luna,
Esclarecida como el sol,
Imponente como ejércitos en orden?

En este día recordemos las palabras del maestro Matthew Henry: La mujer fue formada de una costilla ( es decir de su costado) de Adán; no fue hecha de su cabeza como para tener dominio sobre él, ni de sus pies para ser pisoteada por él, sino de su costado para ser igual a él, de debajo de su brazo para ser protegida, y de junto a su corazón para ser amada.

Diego Acosta