FINAL: LIGEROS DE EQUIPAJE

En el tiempo final de la vida
estaremos tan sin nada como nacimos,
por lo que será bueno que no tengamos nada
a lo que aferrarnos, sino a nuestra FE.
Debemos prepararnos en el camino a la Vida Eterna.
Diego Acosta – MENSAJE
CONGREGACIÓN SÉPTIMO MILENIO

 

 

DOS MUNDOS

DEVOCIONAL

Quienes somos hijos de Dios vivimos de una manera sobrenatural!

Vivimos en la Tierra, pero pertenecemos al Reino de Dios!

Esta maravillosa realidad, es posible a partir del pedido que Jesús le hizo al Padre para que no nos quitara del mundo terrenal, pero que nos guardara.

Estamos aquí porque tenemos una grandiosa misión que cumplir, aunque a veces nuestra razón humana no lo comprenda o en otras ocasiones no le encuentre sentido.

En esos momentos de duda, cuando la mente prevalece sobre nuestra vida, es cuando comienza a obrar el Espíritu Santo para guiarnos al Camino Verdadero.

Así como los primeros discípulos tuvieron que aprender todas las enseñanzas que les dejaba el Hijo del Hombre, del mismo modo tenemos que aprender a vivir de esta manera para dar frutos de fe.

Demos Gracias al Eterno por esta realidad que a veces nos desconcierta, pero que forma parte del Propósito de Todopoderoso para cada uno de nosotros, sus hijos.

2 Tesalonicenses 1:1
Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros,
para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento,
y cumpla todo propósito de bondad
y toda obra de fe con su poder,

 Diego Acosta / Neide Ferreira

 

 

 

POR JUSTICIA

DEVOCIONAL

Alguna vez nos deberíamos detener a pensar el significado que tiene el aceptar cualquier forma de injusticia y sin reaccionar.

Nos convertimos en cómplices de la injusticia y lo que es más grave todavía, la aceptamos en nuestra vida de la misma manera que podemos aceptar una maldición.

Es decir: aceptando una injusticia es como si aceptáramos una sentencia sobre nuestra vida, porque no obramos como lo que somos: hijos de Dios.

Cada vez que nos enfrentemos ante cualquier forma de injusticia debemos actuar sin ninguna vacilación, no aceptando lo que haya ocurrido y poniéndola delante del Dios Todopoderoso.

Sabiendo siempre, que nunca deberemos tratar de ejercer justicia por nuestra mano, porque suya es la venganza.

Porque si no obramos de esta manera, estamos impidiendo que el Eterno, quién es el Juez supremo sobre nuestra vida, pueda establecer lo verdadero y lo que realmente sea justo.

Ser hijos de Dios tiene una alta responsabilidad que sintetiza a todas: debemos comportarnos siempre en esa condición y no aceptar ser víctimas de injusticias humanas ignorando el Poder infinito de nuestro Padre.

Isaías 41:10
No temas, porque yo estoy contigo;
no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo;
siempre te ayudaré,
siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.

Diego Acosta – Neide Ferreira

 

 

ANIMALES POR PERSONAS

ANTIVIRUS

Un antiguo texto popular asegura que nada hay más irreal que la propia realidad. Y podríamos decir que nada más doloroso que los hechos que lo corroboran.

Un ex marine británico salvó desde el aeropuerto de Kabul, a casi dos cientos perros y gatos, dejando en tierra a los miembros de la entidad benéfica que los acogía.

Es posible semejante falta de sensibilidad?

Tristemente la respuesta es afirmativa y comprueba una vez más, como los seres humanos somos capaces de realizar hechos aberrantes.

Pensamos que este episodio que ha provocado conmoción en el Reino Unido, es un abierto desafío al respeto que el Dios Todopoderoso tiene por la vida de las joyas de su Creación.

Solamente con ese desafío, se puede entender este hecho en medio de las horas dramáticas que se viven en Afganistán y de manera especial en el aeropuerto de Kabul.

Nos queda por clamar por la verdadera Justicia.

Diego Acosta

EL AMOROSO AMOR

DEVOCIONAL

Dios cuida de los suyos!

La primera vez que escuché estas palabras me provocaron una profunda conmoción, porque pensé: Cómo es posible que el Todopoderoso, cuide de cada uno de sus hijos?

Y esta es la impresionante realidad, que efectivamente ÉL cuida de cada uno de nosotros, aún en los detalles más simples que a veces torpemente llamamos los pequeños anhelos del corazón.

Creo que no alcanzamos a entender, como el Eterno, pueda tener un Amor tan grande, que ofreció a su Hijo por nuestra Salvación y que todos los días se preocupe por la vida de cada uno.

Precisamente en eso radica la diferencia: Dios es un Dios de Amor y no de muerte y nadie puede quitarle la vida a nadie en su nombre, porque sería mucho más que un crimen.

Doy gracias al Señor por su infinita Misericordia y por la protección que nos demuestra cada día. Aunque a veces me parezca normal lo cierto es que no merezco tanto Amor!

Judas 1:21
Conservaos en el amor de Dios,
esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo
para vida eterna.

Diego Acosta / Neide Ferreira