dios y la mujer

DIOS Y LA MUJER

 

BLOG del TIEMPO      

Nadie ha exaltado y destacado a la mujer, como Dios lo ha hecho y según consta en la Biblia. La creó de una costilla de Adán que fue hecho con polvo.

Por tanto la mujer es polvo doblemente refinado y por eso le corresponde ser la ayuda idónea para el hombre. Algo que solamente el Eterno puede disponer como una función más que relevante. Génesis 2:22-23 Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; esta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.

Y parte indispensable de la primera institución que Dios dio a los hombres: El Matrimonio para que unidos en una sola carne, formen la Familia, base fundacional de la sociedad de todos los tiempos. Génesis 2:24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.

En el Libro de Proverbios 31:10 podemos encontrar estas bellas palabras: Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.

Y en uno de los textos más notables de la literatura de todos los tiempos, El cantar de los Cantares, podemos leer lo escrito por el sabio Salomón, en 6:10  ¿Quién es esta que se muestra como el alba,
Hermosa como la luna,
Esclarecida como el sol,
Imponente como ejércitos en orden?

En este día recordemos las palabras del maestro Matthew Henry: La mujer fue formada de una costilla ( es decir de su costado) de Adán; no fue hecha de su cabeza como para tener dominio sobre él, ni de sus pies para ser pisoteada por él, sino de su costado para ser igual a él, de debajo de su brazo para ser protegida, y de junto a su corazón para ser amada.

Diego Acosta

por justicia

POR JUSTICIA

En estas dramáticas horas que se viven en Ucrania,
con muertes y heridos y una gran destrucción,
tenemos el poderoso instrumento de la Oración.
Podemos clamar por paz y Misericordia
o por la Justicia del Dios Todopoderoso.
Diego Acosta – MENSAJE
CONGREGACIÓN
SÉPTIMO MILENIO

el matrimonio

EL MATRIMONIO

ESCUDRIÑAR

Utilizando el plural, interpretando el sentido de la Santísima Trinidad, el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios. Génesis 1:26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.

De esta manera quedó eliminada toda posibilidad de que alguien pudiera argumentar, que los hombres participaron junto al Eterno, en alguna parte de la Creación porque fue el último ser vivo creado. Génesis 2:7 Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.

El primer hombre tuvo poder sobre todo lo Creado e incluso recibió la potestad de dar nombre a todo lo que Dios había puesto sobre la tierra, incluyendo los seres vivos.

El Eterno advirtió que el hombre no tenía ayuda idónea para él, pues estaba solo en medio de la Creación. Se puede afirmar que Adán fue polvo refinado de la tierra, pero la mujer fue Creada de su costado y por tanto es polvo doblemente refinado.

Adán recibió el maravilloso presente que se le entregaba y definió la condición de los sexos, pero no de su naturaleza. Génesis 2:23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; esta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.

Dios consagró entonces la primera institución, el matrimonio. Génesis 2:24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. También el Eterno estableció esta primera ley y su observancia, es lo que demuestra la santidad del matrimonio.

Nada ni nadie pueden provocar su disolución. Imaginemos que Adán hubiera rechazado a Eva, con quién hablaría o con quién se uniría si ella era la única mujer?

El hombre y la mujer son iguales delante del Eterno. Esto quedó establecido en Deuteronomio 10:17 Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas, ni toma cohecho. Hombre y mujer fuimos Creados y en el matrimonio nos debemos unir, para ser una sola carne y para formar una familia con los hijos.

Diego Acosta

miedo al cambio

MIEDO AL CAMBIO

DEVOCIONAL

A lo largo de la vida se van presentando situaciones que nos afectan, algunas para nuestro regocijo y otras para perturbación de ánimo. Y algunas más concretas que otras.

El día que por las razones que sea debemos cambiarnos de casa, es un ejemplo claro. Algunas veces nos alegramos y en otras lo lamentamos. Pero en los dos casos nos alteramos.

Es como se hubiera algo en nuestro interior que se resiste a cambiar lo que nos resulta conocido y tenemos miedo a lo nuevo, a lo que nos resulta diferente.

Lo mismo ocurre con otras cuestiones materiales, como suele suceder con el trabajo y también si lo trasladamos a lo más serio y profundo que es nuestra relación con Dios.

Tal vez esto justifique cuánto nos cuesta abandonar al hombre viejo o a la mujer vieja, transformándonos por la obra del Espíritu Santo y ser hombres y mujeres nuevos, nacidos de nuevo.

Seamos sabios y aprendamos la gran lección que nos dio Jesús, porque si nos resistimos a este cambio o nos produce miedo, es porque verdaderamente a pesar de lo que digamos, la Obra del Espíritu no se ha perfeccionado en nosotros.

Juan 14:26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.

Diego Acosta / Neide Ferreira

llevarse un arbol

LLEVARSE UN ÁRBOL

ANTIVIRUS

En tiempos en que parece más que necesario, urgente, repoblar el planeta de árboles, un rico de Georgia, hizo exactamente lo contrario.

Por absurdo que resulte, un millonario compró un árbol grandes dimensiones de 130 años y unos 40 metros de altura y lo trasladó hasta su propio parque con el consiguiente costo, ya que tuvo que atravesar el Mar Negro.

Esto significó que un campesino de pobre condición se resignó a perder un árbol de las características indicadas y ceder ante la necesidad económica.

Este hombre de campo no solo ha cambiado el paisaje de su lugar de sustento, sino que también se expone a que su falta modifique el régimen de lluvias o su intensidad.

No es desde luego un ejemplo de razonabilidad este episodio, que muestra una vez más como el poder del dinero es capaz de cambiar hasta el raciocinio de las personas. Ignorando lo que estableció el Creador: Que somos los mayordomos de la Creación.

Diego Acosta