ALEGREMOS NUESTRA VIDA
El vértigo y el bullicio
en el que vivimos,
nos impiden aprreciar la Obra maravillosa
que el Señor ha hecho para que la disfrutemos
y nos sea más placentera la vida cotidiana.
LA CREACIÓN
El vértigo y el bullicio
en el que vivimos,
nos impiden aprreciar la Obra maravillosa
que el Señor ha hecho para que la disfrutemos
y nos sea más placentera la vida cotidiana.
LA CREACIÓN
En las horas de incertidumbre de rumores de guerra
tenemos el arma más poderosa de todos los hombres:
La Oración.
Podemos clamar al Dios Todopoderoso
por ayuda y consuelo en los tiempos difíciles.
Diego Acosta – MENSAJE
CONGREGACIÓN
SÉPTIMO MILENIO
DEVOCIONAL
Más de una vez me he preguntado acerca de que es lo que ven en mí, las personas con las que me cruzo en cualquier circunstancia cotidiana.
Y más importante aún: Podrían llegar a apreciar aunque sea fugazmente algo que me pueda relacionar con Jesús?
Y todas las veces me contesto que tristemente, mis ejemplos de la vida diaria no llevarían a nadie a pensar en el Hijo del Hombre y mucho menos a creer que me considere hijo de Dios.
Por qué?
Seguramente porque mis palabras son mucho más elocuentes que mis hechos y como las palabras se pierden en el bullicio que nos rodea, lo único que quedan son las insignificantes actitudes.
Y aquí es donde comienza mi aflicción! Que pobres resultan las evidencias de ser seguidor de Jesús. Son tan escasas que nadie las podrá ver. Es tiempo de cambiar mi vida y mi relación con el Prójimo.
1 Pedro 2:21
Pues para esto fuisteis llamados;
porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo,
para que sigáis sus pisadas.
Diego Acosta / Neide Ferreira
PERSONAL
Cuando dudemos, recordemos que el Eterno creó el tiempo,
como una Gracia para los hombres.
Por tanto, ÉL cumplirá sus promesas
con cada uno de nosotros,
en el momento Perfecto, ni antes ni después.
No lo olvidemos!
El Hijo del Hombre destaca
en la sexta Bievaventuranza
a los hombres de limpio corazón,
porque ellos verán a Dios,
por fe y estarán ante su Gloria Celestial.
JESÚS Y MATEO
Quienes buscan la venganza o la justicia personal
quedan esclavos de sus propias decisiones,
con relación a la falta de perdón.
Humillarnos y arrepentirnos
es el primer paso a la liberación de ser perdonados.
Diego Acosta – MENSAJE
CONGREGACIÓN
SÉPTIMO MILENIO
Por la muerte de hambre de miles de niños cada día
hay quienes tienen la osadía de culpar a Dios,
cuando los verdaderos culpables son los hombres
con avaricia en el corazón,
que impiden que los alimentos lleguen a los niños.
LA CREACIÓN
El mundo influye a favor de los híbridos,
y en las congregaciones
hay una tendencia hacia la tibieza,
que es contraria a lo enseñado por Jesús
y que como en el caso de la iglesia de Laodicea,
pueden ser vomitados de la boca del Señor.
Diego Acosta – MENSAJE
CONGREGACIÓN
SÉPTIMO MILENIO
Ante las maravillas que nos rodean
deberíamos reflexionar
acerca de la Grandeza Infinita
de todo lo que ha sido hecho.
Y aún de lo que nos hemos visto todavía.
LA CREACIÓN
DEVOCIONAL
En estos tiempos convulsos que vivimos, pareciera que los hombres no nos ponemos de acuerdo, en torno a la cuestión de trabajar. Unos pretenden hacerlo lo menos posible y otros, sin límites, casi.
Frente a esto es importante hacer Memoria del sentido que Jehová le dio al sábado, al punto de llamarlo santo, la jornada consagrada al reposo en un profundo concepto.
El sábado es cuando deberíamos mostrar nuestra obediencia al Eterno y no hacer nuestra voluntad, ni ocuparnos de las cuestiones terrenales y no hablar palabras ociosas.
Puede impresionarnos el sentido que dio Jehová al sábado, pero es necesario que lo comprendamos, para estar en obediencia y recibir el deleite prometido y cumplir con su Mandato.
Dios prometió a los hombres qué si reservábamos este día, para distinguirlo de las normas mundanas, recibiríamos la recompensa de la heredad de Jacob.
Isaías 58:13-14 Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras,
entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha hablado.
Diego Acosta / Neide Ferreira